martes, 22 de septiembre de 2015

Comunicación electrónica y relaciones adolescentes

KAVERI SUBRAHMANYAM, PATRICIA GREENFIELD Y MINAS MICHIKYAN

LAS FUNCIONES COMUNICATIVAS DE LOS MEDIOS ELECTRÓNICOS son muy populares entre los adolescentes. Son usuarios frecuentes de las herramientas digitales de comunicación, como los mensajes de texto, las redes sociales (por ejemplo, Facebook), Twitter, la mensajería instantánea y el correo electrónico; además de otros sitios de Internet orientados a la comunicación (Instagram, Pinterest, YouTube) y de los juegos en línea. Casi el 78 por ciento de los adolescentes estadounidenses tienen teléfonos móviles (el 47 por ciento de ellos tiene smartphones) y el 95 por ciento utiliza Internet (Madden, Lenhart, Duggan, Cortesi, y Gasser, 2013).

Abundan las preguntas sobre cómo la comunicación en línea afecta al desarrollo social de los adolescentes, en particular a la relación con sus pares, así como al desarrollo de su identidad, una tarea central de la evolución adolescente. En este artículo, primero, describimos cómo los adolescentes están utilizando estos nuevos medios electrónicos para comunicar y, después, presentamos un marco teórico para el análisis de esos usos. Discutimos sobre los medios de comunicación electrónicos y las relaciones entre iguales, y examinamos cómo los adolescentes están utilizando los medios electrónicos para la construcción de su identidad.

 LOS MEDIOS ELECTRÓNICOS EN EL SERVICIO DE LA COMUNICACIÓN ADOLESCENTE
 
Las investigaciones demuestran que los adolescentes utilizan herramientas digitales de comunicación principalmente para reforzar las relaciones existentes fuera de la red (tanto las de amistad como las relaciones románticas) y para revisar el potencial de nuevos participantes en sus vidas fuera de línea (Lamp, Ellison y Steinfi eld, 2006; Reich, Subrahmanyam y Espinoza, 2012). Pero, mientras que las herramientas de comunicación electrónica permiten a los adolescentes nutrir las amistades existentes, estas también se utilizan para el acoso entre iguales. Las redes se pueden emplear para el bien (alivio de la ansiedad social) o para el mal (intimidación cibernética y acoso electrónico) (Subrahmanyam y Šmahel, 2011).

 Los adolescentes están usando estas formas de comunicación para diferentes propósitos y para interactuar con amigos, conocidos y desconocidos por igual. Los jóvenes usan los teléfonos móviles y las redes sociales para mantenerse en contacto con los compañeros de su vida diaria, tanto para hacer planes con amigos a quienes ven a menudo como para mantenerse en contacto con amigos a quienes ven raramente (Lenhart y Madden, 2007; Reich et al., 2012; Underwood, Rosen, More, Ehrenreich y Gentsch, 2012). El uso de estas herramientas para mantenerse en contacto con amigos marca una desviación con los comienzos de Internet, cuando el contacto con desconocidos era más frecuente. Pero esta tendencia no es sorprendente, dado que los jóvenes son más propensos a encontrar a sus amigos y familiares conectándose a Internet, o con los teléfonos móviles de hoy en día, de lo que eran durante los primeros días de la red (Subrahmanyam y Šmahel, 2011; Wolak, Mitchell y Finkelhor, 2003).

Aunque los adolescentes utilizan cada vez más los mensajes de texto privados y las redes sociales para ponerse en contacto con amigos y familiares, también hacen uso de medios sociales como Twitter, Instagram y Tumblr para compartir sus pensamientos y fotos con una mayor audiencia, la cual ellos deciden que sea pública, parcialmente privada o privada (Madden, Lenhart, Cortesi, Gasser, Duggan & Smith, 2013). También usan los tablones de anuncios, Massive Multiplayer Online Games (MMOG), Massively Multiplayer Online Role Playing Games (MMORPG) y las salas de chat para conseguir información, buscar apoyo, jugar, participar en juegos de rol o simplemente para conversar (Sherman y Greenfield, 2012; Subrahmanyam y Šmahel, 2011). Investigar cómo el uso de la tecnología afecta a la comunicación en línea entre adolescentes requiere tomar en cuenta tanto las actividades y el grado de privacidad y anonimato que ofrece un contexto en línea como la probabilidad de comunicarse con los amigos en contraste con los extraños en dicho contexto.

 Es importante tener en cuenta que las formas de comunicación electrónica difieren en la medida en que su contenido es público o privado y que los usuarios tienen el control completo sobre los perfiles (y el contenido dentro del mismo) para que sean públicos o privados. Por ejemplo, Facebook ofrece a los usuarios una variedad de opciones de privacidad para controlar la información de su perfil que otros pueden ver (por ejemplo, amigos, otras personas en su red). Los usuarios pueden bloquear a personas particulares para que no accedan a su perfil o pueden permitir que determinadas personas vean un perfil limitado. Los usuarios de Twitter pueden configurar su perfil privado o público. YouTube, un foro de comunicación mucho más público, permite a los usuarios registrados subir vídeos, y los usuarios no registrados pueden ver la mayoría de los vídeos, pero solo los espectadores registrados pueden publicar comentarios y suscribirse a fuentes de vídeo.

 Estas medidas de privacidad han dado a los usuarios adolescentes un fuerte control para decidir quién ve su perfil, quién ve los contenidos que suben y quién interactúa con ellos en estos foros en línea. La investigación también sugiere que la mayoría de los jóvenes están utilizando estos controles y no revelan información personal cuando se conectan a Internet (Hinduja y Patchin, 2008; Subrahmanyam, García, Harsono, Li, y Lipana, 2009; Madden, Lenhart, Cortesi, Gasser, Duggan y Smith, 2013). Por ejemplo, en un informe reciente del Pew Research Centre, el 60 por ciento de los adolescentes reportó que configuraba su perfil de Facebook como privado –lo que significa que era accesible solo a sus amigos–. Sin embargo, los controles de privacidad en las redes sociales también significan que los adolescentes pueden restringir el acceso de sus padres a sus fotos, perfil les y escritos. De hecho, en Facebook, incluso si los adolescentes permiten a los padres acceder a sus perfiles, pueden limitar las áreas de su perfil que pueden ver. El seguimiento y control del acceso de los jóvenes a estas formas de comunicación es cada vez más difícil, y es importante que los padres se informen acerca de estos medios para que puedan tener conversaciones significativas sobre ellos con sus hijos.

Fuente:
Kaveri Subrahmanyam, Patricia Greenfield y Minas Michikyan. (Junio-Septiembre 2012). Comunicación electrónica y relaciones adolescentes. Infoamérica, Volúmen 10. Obtenido el día 22, septiembre, 2015, desde http://www.infoamerica.org/icr/n09/IA9_Comunicacion.pdf


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